Fedérate
La actual licencia federativa, de bajo coste económico, realmente poco puede dar si la valoramos en unidades monetarias o de especies, pero sí hay una serie de servicios que ofrece a su colectivo en particular y al resto de cazadores españoles. Estos servicios se pueden resumir en los siguientes:
- Participar en los órganos de gobierno de la sociedad de caza a la que pertenece y a cualquier órgano, hasta la presidencia de la Real Federación Española de Caza, presidente autonómico, presidente provincial o miembro de sus respectivas juntas de gobierno y de la Asamblea General.
- La licencia federativa conlleva un seguro de daños propios mediante el cual son atendidos cientos de siniestros, con una importante repercusión económica. El cazador federado está cubierto en su actividad deportiva de los daños que sufra.
- La tenencia de licencia federativa da derecho a participar en las diferentes competiciones que organizan las federaciones a todos los niveles; en algunas comunidades autónomas se puede optar a los permisos de los cotos sociales con ciertas ventajas, acceder a la titularidad de cotos deportivos y participar de pleno derecho en los estamentos federativos.
- Disfrutar de la asesoría jurídica a cargo de prestigiosos especialistas, contar con departamentos de comunicación nacional y autonómicos que difunden la actividad federativa y hacen llegar a la opinión pública la postura de los representantes de los cazadores sobre temas que afectan al colectivo, configurándose como un órgano de formación de opinión y de defensa de la caza en los más diversos ámbitos, con pronunciamientos sobre temas concretos. Se cuenta también con publicaciones deportivas, de libros de especies y caza y otras iniciativas promocionales puestas en marcha por las federaciones.
- Es importante saber que de la cuota total de la licencia federativa, y una vez detraído el importe de la prima del seguro de daños propios, el resto del importe abonado por el federado es la financiación con la que cuentan las federaciones autonómicas (con sus delegaciones provinciales) y la Real Federación Española para poder llevar adelante la representatividad antes aludida, desarrollar las actividades de competición, posibilitar el mantenimiento de una Asesoría Jurídica permanente a los federados, un Gabinete Técnico que elabora estudios sobre los problemas de las especies cinegéticas, potenciar la Fundación Fedenca, a la que se aporta una importante parte del precio de cada tarjeta federativa y fomentar las investigaciones, cursos, seminarios y publicaciones formativas puestos en marcha por la Escuela Española de Caza.
- Representación en los distintos foros europeos mediante nuestra afiliación a la Federación de Asociaciones de Cazadores de la Unión Europea (FACE).
- Acceso a la adquisición de elementos y servicios con firmas comerciales concertadas, que mediante la acreditación de federado ofrecen sustanciosos descuentos, la posibilidad de concertar seguros voluntarios para el ejercicio de la caza, seguros para los vehículos, seguros para los cotos en lo referente a los daños causados a los vehículos por animales cinegéticos y también para la celebración de pruebas deportivas en lo que respecta a la responsabilidad civil del organizador.
- Envío de la revista FEDERCAZA, de forma gratuita, a todas las sociedades federadas, con información puntual federativa. Se está también presente en una página de Internet (www.fecaza.com) que informa en la red a los cazadores de todas cuantas actividades se desarrollan en la RFEC, en particular, y de la caza en general.
- Todas las anteriores percepciones son tangibles en mayor o menor cuantía, pero hay sobre todo un interés común, que es el que con más valor debe de considerarse: “la necesidad de formar un colectivo unido, numeroso y representativo, mediante el cual hagamos llegar nuestra voz y nuestros derechos ante la Administración para que seamos respetados, demandando que depositen en los cazadores la confianza de poder ser cazadores y gestores dentro del marco legal correspondiente, pero con nuestra propia autonomía, para así garantizar la conservación de las especies que se pueden cazar y las que no, al tiempo que realizamos nuestro deporte favorito”.